Comentario
Los mayas lograron similar maestría artística con una variadísima gama de objetos que la obtenida en el arte mayor. Tumbas, escondites, depósitos problemáticos, ofrendas de fundación y otros rasgos de deposición ritual contuvieron materiales de alto status que fueron intercambiados de unas regiones a otras. Cerámicas polícromas, jades trabajados en forma de orejeras, pectorales, máscaras funerarias, cuentas, pendientes y placas, conchas procedentes de los dos océanos, obsidiana, pedernal, turquesa, pirita, etcétera, se utilizaron ampliamente como ofrendas en los recintos rituales de los mayas.Las cerámicas polícromas, manufacturadas muchas de ellas para beber cacao en los ceremoniales y en las reuniones de la corte, fueron depositadas como contenedores de bebida y alimentos en las tumbas de los señores importantes, y desarrollan un llamado estilo códice en el que se relatan pasajes importantes de la mitología y del ritual maya. También en cerámica se confeccionaron una gran cantidad de figurillas durante el Clásico Tardío. Entre ellas destacan, sin duda alguna, las procedentes de la isla de Jaina, que reflejan una amplia gama de actividades: domésticas, sociales, etc.Junto con todo lo ya descrito, excéntricos de pedernal y obsidiana, tallas de jade, o delicados trabajos en hueso y en madera, completan nuestra visión sobre el esplendor cultural que alcanzó la civilización maya durante el período Clásico. Pero, a lo largo del siglo IX, los grandes logros artísticos e intelectuales conseguidos en el sur de las tierras bajas, se colapsaron de una manera brusca, las ciudades fueron prácticamente abandonadas, en un fenómeno cultural que aún hoy día resulta de difícil explicación para los mayistas.